martes, 17 de marzo de 2015

EL CASO -HORRIBLE CASO-

Sin saber muy bien cómo ni por qué, he recaído
-una vez más-
en esas historias del pasado,
esos fantasmas que no te dejan avanzar.
Y supongo que debería reforzarme eso que ya sé,
eso que ya llevo sabiendo todo este tiempo y, sin embargo,
aún sigo intranquilo.

De pronto ha estallado una burbuja, un pequeño recuerdo que me envolvía dulcemente.
Y es que todo no fue más que un engaño,
una broma de mal gusto tal vez.
Aún me pregunto qué te hizo perder tu tiempo conmigo
y cuál era el motivo de quererme hacer perder el mío también.

Pero eso
no lo he sabido hasta ahora
y, ahora, ¿a quién le digo?
¿a quién le pido cuentas?
Porque tú ya te fuiste, como se van los veranos.
Te fuiste como yo me fui,
y nunca más nos encontramos a medio camino.

Ésta es la historia de dos amantes que nunca se amaron, o que nunca supieron amarse.

Algún día te veré en un café, quizás. Tú con tu apuntes y tu poesía, acompañando al espresso de la tarde, y yo con mis malas decisiones.
Espero me saludes.
Espero... ya ni sé qué espero.

El caso
-horrible caso-
es que sigues ahí y no te borro.
El caso
-horrible caso-
es que me he dado cuenta de que verdaderamente nunca fuimos más que eso: amores imaginarios.

Hasta siempre y para siempre.

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