Cuando me siento triste escucho a Joaquín, pero últimamente Fernando lo ha desplazado. Es el pretexto perfecto para llorar recordando a alguien, es como pelar una cebolla, así nadie sabrá que lloras por ese "alguien" . Es una excusa mala, lo sé, como lo son en realidad todas los excusas. Pero empieza a sonar <Puede que Pueda> y las lágrimas salen solas, fácilmente, como la voz de Delgadillo. Y llega un momento en que ya no sé si son corcheas o fusas o silencios lo que lloro, o eres simplemente tú.
Tú que me suenas a swing y a pentagrama y a unas cuantas semifusas.
Extrañar a alguien debería estar homologado como deporte de riesgo o de competición. Porque al final todo esto es así, mirar quién es el que echa más de menos. Saber quién va a salir perdiendo, el tiempo descompasado y la prórroga de la pérdida.
Y tener a Fernando o a Joaquín son las excusas suficientes para llorarte.
Como los recuerdos, que también te lloran.
Verde Mirar
miércoles, 6 de mayo de 2015
martes, 14 de abril de 2015
Y FINALMENTE
Y finalmente, un día dejas de torturarte con su recuerdo, ya no es lo primero que te viene a la mente cuando abres los ojos mientras los rayos del amanecer te pegan en la frente y las canciones que iban dirigidas a ella, ahora son simplemente canciones que esperan tener un nuevo referente. Es que simplemente ya no te duele, ya no revives cada instante que te había llenado de felicidad o de odio, simplemente dejas que todo eso se guarde en algún lugar de tu mente y con el correr de los años, otras cosas estarán en su lugar. Y entonces la vida habrá dado vuelta la página sin que te dieras cuenta y no sentirás remordimiento alguno por dejar atrás el pasado porque ya no te importará. No digo que es facil, incluso cada etapa por las que se pasa luego de una relación tienen su tiempo y su duelo, pero en un momento impensado dejas de lado el luto, las lágrimas y los reproches, y empiezas a andar nuevamente, y te sientes bien.
PD: Y finalmente borre su número de mi celular, lo último que me quedaba para cerrar
esa etapa. Gracias por levantar mis ánimos.
Tumeencantas.blogspot.com
PD: Y finalmente borre su número de mi celular, lo último que me quedaba para cerrar
esa etapa. Gracias por levantar mis ánimos.
Tumeencantas.blogspot.com
miércoles, 8 de abril de 2015
SE FELIZ, YO ACÁ ESTARÉ
¿Te acuerdas de cuando te conocí?
Cuando tú no tenías esperanzas y yo no tenía horizontes. Cuando, a decir verdad no sé por qué, se supone que yo te di esperanzas. Supongo que porque tú encontraste un motivo en mí y yo lo encontré en ti. Porque llegamos a creer todo lo que decía el otro, y que lo que venía era mejor de lo que había pasado.
Y toda la poesía y el dolor y la melancolía y las miradas y los abrazos.
Dioses, a veces te echo infernalmente de menos, y pienso en todo aquello y se me antoja imposible haberlo perdido.
Cuando tú no tenías esperanzas y yo no tenía horizontes. Cuando, a decir verdad no sé por qué, se supone que yo te di esperanzas. Supongo que porque tú encontraste un motivo en mí y yo lo encontré en ti. Porque llegamos a creer todo lo que decía el otro, y que lo que venía era mejor de lo que había pasado.
Y toda la poesía y el dolor y la melancolía y las miradas y los abrazos.
Dioses, a veces te echo infernalmente de menos, y pienso en todo aquello y se me antoja imposible haberlo perdido.
A ti, porque te pienso, y más hoy. Y si algún día el
olvido viene a mi memoria, seguramente quedes tú entre los pocos recuerdos que
conserve.
Aún superan los meses que te tuve a los meses que hace que me faltas, aunque creo que nunca pasará suficiente tiempo para curarlo. De una forma u otra, terminas llenando mi cabeza de tantos recuerdos, que llenaste mi más tonto Septiembre, tu loco Octubre, y nuestro triste Diciembre. A ti, que me faltas y nunca nada ni nadie podrá llenar el hueco que dejaste. Nadie podrá vivir de nuevo su vida conmigo desde el inicio. Tantas horas, tantos días, tantas noches.
Tú, que ya no estás, y yo, que nunca me acostumbraré a que faltes.
Aún superan los meses que te tuve a los meses que hace que me faltas, aunque creo que nunca pasará suficiente tiempo para curarlo. De una forma u otra, terminas llenando mi cabeza de tantos recuerdos, que llenaste mi más tonto Septiembre, tu loco Octubre, y nuestro triste Diciembre. A ti, que me faltas y nunca nada ni nadie podrá llenar el hueco que dejaste. Nadie podrá vivir de nuevo su vida conmigo desde el inicio. Tantas horas, tantos días, tantas noches.
Tú, que ya no estás, y yo, que nunca me acostumbraré a que faltes.
sábado, 21 de marzo de 2015
TU AUSENCIA Y YO
más que una quemadura. El recuerdo.
De eso hablamos siempre tu ausencia y yo. Tú estás hecha a prueba de fuego y nada te rompe el corazón, ya lo sé. Ojalá, de verdad, ojalá pudiese yo también ser así.
y que mis sentimientos más profundos me abandonen. Que vuelvas. Que vuelvas y me abandones otra vez. Abriendo de nuevo la herida a la que tus recuerdos echan sal. Mira,
martes, 17 de marzo de 2015
EL CASO -HORRIBLE CASO-
Sin saber muy bien cómo ni por qué, he recaído
-una vez
más-
en esas
historias del pasado,
esos
fantasmas que no te dejan avanzar.
Y supongo
que debería reforzarme eso que ya sé,
eso que ya
llevo sabiendo todo este tiempo y, sin embargo,
aún sigo
intranquilo.
De pronto
ha estallado una burbuja, un pequeño recuerdo que me envolvía dulcemente.
Y es que
todo no fue más que un engaño,
una broma
de mal gusto tal vez.
Aún me
pregunto qué te hizo perder tu tiempo conmigo
y cuál era
el motivo de quererme hacer perder el mío también.
Pero eso
no lo he
sabido hasta ahora
y, ahora,
¿a quién le digo?
¿a quién
le pido cuentas?
Porque tú
ya te fuiste, como se van los veranos.
Te fuiste
como yo me fui,
y nunca
más nos encontramos a medio camino.
Ésta es la
historia de dos amantes que nunca se amaron, o que nunca supieron amarse.
Algún día
te veré en un café, quizás. Tú con tu apuntes y tu poesía, acompañando al
espresso de la tarde, y yo con mis malas decisiones.
Espero me
saludes.
Espero...
ya ni sé qué espero.
El caso
-horrible
caso-
es que
sigues ahí y no te borro.
El caso
-horrible
caso-
es que me
he dado cuenta de que verdaderamente nunca fuimos más que eso: amores
imaginarios.
Hasta
siempre y para siempre.
lunes, 9 de marzo de 2015
RECUERDA
Recuerda cuando aún creías que podíamos
construir nuestra propia historia.
Recuerda, sencillamente. Detente y recuerda todo aquello de los colores,
de los desayunos en la cama, la complicidad.
Que el futuro era inexistencia, que el mundo no dejaba de ser,
de alguna manera, una esfera y un caleidoscopio.
Toda aquella poesía quizás metida a presión en los bolsillos,
cuando hacías que tu libro de horóscopo chocase con mi sagitario, nunca sabrás lo que decía la pagina perdida.... puede que ahí este la clave.... el motivo.
Aquella lucha de titanes, y cuando callabas y cerrabas los ojos en busca de evitar cualquier sensación que no fuese mi olor y el tacto de mi piel.
Tu capítulo 101, mi 93 desencriptado.
Recuerda todos los imposibles que anclaste a aquellas sábanas,
recuerda las sábanas propiamente dichas.
Las noches, las pasiones, tu respiración, la mía,
el silencio y esa música tan única que sólo tocan los amantes.
Quererte. Besarte. Tenerte.
Y el miedo.
Recuerda el miedo.
Y que me fui.
Recuerda eso también.
Riégala.....
jueves, 5 de marzo de 2015
ELLA LE PIDIO Y LUEGO VOLÓ
La segunda vez que se conocieron fue de noche, probablemente con algunas cervezas de mas,
al límite de todo y con el brillo etéreo
del que puede cambiar de rumbo su vida.
Ella le confesó que era especialista
en que le rompan el corazón
y el le contó de aquella vez
que tuvo que saltar tres mil piedras
para llegar hasta los labios de una chica.
A la hora y dos cafés
ella mantenía sus ojos fijos
en las lineas que adornaban los de el
y se preguntaba si,
con los años,
sumaría otra que llevara su nombre.
El le pidió mas sonrisas
y le rogó que nunca lo abandonase en la rutina, ella simplemente le pidió que no le rompa el corazón.
Ninguno cumplió el pedido del otro.
Ella supo, de golpe,
que jamas entendería su forma de amarlo.
Ella vivía en el piso 5, el en el piso 10.
Ella se mudo de edificio.
Y se levantó, a mil kilómetros de él,
abandonando a aquel chico lleno de vías y caminos
que nunca la entendería
Pero se equivocó, los dos se equivocaron, los dos siguieron viendo el mismo tono
de verde.
al límite de todo y con el brillo etéreo
del que puede cambiar de rumbo su vida.
Ella le confesó que era especialista
en que le rompan el corazón
y el le contó de aquella vez
que tuvo que saltar tres mil piedras
para llegar hasta los labios de una chica.
A la hora y dos cafés
ella mantenía sus ojos fijos
en las lineas que adornaban los de el
y se preguntaba si,
con los años,
sumaría otra que llevara su nombre.
El le pidió mas sonrisas
y le rogó que nunca lo abandonase en la rutina, ella simplemente le pidió que no le rompa el corazón.
Ninguno cumplió el pedido del otro.
Ella supo, de golpe,
que jamas entendería su forma de amarlo.
Ella vivía en el piso 5, el en el piso 10.
Ella se mudo de edificio.
Y se levantó, a mil kilómetros de él,
abandonando a aquel chico lleno de vías y caminos
que nunca la entendería
Pero se equivocó, los dos se equivocaron, los dos siguieron viendo el mismo tono
de verde.
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