Y si cambiamos la progresión del tiempo? Propongo que empecemos desde el final, por los “se me es difícil
decirte te quiero”, empezar por las lágrimas a escondidas, lo que fue , el no
se que hacer, el sentirnos solos, el corazón dolido, las angustias de amor, los
aromas y miradas que ya no están, los besos en la frente, los celos de mierda, los
nos vemos algún día, los besos y abrazos apurados y el apuro en general, las
pieles que ya no se tocan, los ojos que ya no se ven, tus vestidos sin tu olor,
la vieja cama de plaza y media, los jueves de apuros, los palos que nos dan los
“tenemos que hablar”… para que después no nos digamos nada.
Y si empezamos desde un comienzo sin amor? sin corazones acelerados ni miradas eternas de quédate esta noche conmigo… pero sabiéndonos . Odiarnos hasta en el pensamiento los días laborables y ser indiferentes los domingos. Quejarnos yo de ti y tu de mi con nuestros respectivos amigos, echarle más leña al fuego por lo dolidos que estamos, cansarnos de usar palabras para herirnos, gastar los labios y los abrigos, romper lo que sentíamos para que , luego, no se arrugue el corazón de tanto usarlo.
Luego hablemos de nosotros usando la tercera persona del
singular, dime cosas jaladas de los pelos (sin tanta confianza claro) para que
no deje de tenerte ganas. Destruyámonos una y otra vez: saquémonos la vuelta
sin estar, caigamos en tentaciones de esos X en bares y discotecas, engañemos a
desconocidos con amores falsos, caigamos en la tentación de mil salivas… vivamos
y sintamos todo lo que tenemos que ser antes de ser nosotros como un todo, hagamos
lo necesario para que, una vez que seamos nosotros, nunca acabemos besándonos los
labios en otros labios.
Resumiendo, engañar a la vida y a los relojes para que mi
tiempo y tu tiempo se convierta en nuestro tiempo.
“- ¿Cuánto tiempo ha
pasado?
- ¿Unos minutos?
- ¿Dónde está tu reloj
tan exacto?-preguntó ella burlándose.
- No lo traje, no
quería que pasara el tiempo.”
Por si no te ha quedado claro, me explico; haré lo que sea
necesario para hacerme experto en tus cremalleras, lunares y pecas (ya
contados), en desabotonar tu falda, en medir cada centímetro de tu cuerpo, en
recorrerte a besos desde la planta del pie hasta el último pelo, porque quiero
que nos mire el fuego y tenga miedo, porque tú y yo podemos y seremos un incendio, pero no juguemos con lo que no
podemos, hemos tenido tiempo y nos queda aún mucho por delante, por eso no
quiero tropiezos ni malos detalles, quiero que me sepas como sólo tú sabes.
Porque te conozco y me conoces y, sabemos, que no querernos sería un error pero
que querernos mal sería aún peor. Probablemente nunca dos almas tan iguales y
diferentes a la vez hayan tenido la oportunidad de estar juntas antes,
coincidir en el tiempo y en la ciudad y eso lo sabes, y lo sabes bien. Vamos a
hacerlo todo al revés, que los cuernos sean la antesala de la fidelidad más
íntima, que las peleas sean con otras parejas, que las lágrimas lleven otros
nombres, que las decepciones se comparen a llegar tarde o a que la comida no
esté lista, porque eso será lo de menos, quiero una rutina contigo que sea como
el mismo cielo y es que te quiero como para asumir las consecuencias, lo que
venga y lo que sea. Quiero contigo empezar por el reverso de la historia para
que no haya ninguna otra como la nuestra, ser tu causa y tu consecuencia, tu
alfa y tu omega, tu enero y tu diciembre… tu principio infinito, tu primera y
última vez para siempre.
De Verde Te Sueño
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